Ntra. Sra. de la Encarnación - Catedral de TucumÔn

Un poco de Historia
Cuando la ciudad fue trasladada al sitio actual, en 1685, se destinan dos solares para la Iglesia Matriz, construyĆ©ndose primero una ermita y luego el templo, con una sola torre y el cementerio en el terreno adyacente. Hacia fines del siglo XVIII y en las primeras dĆ©cadas del siglo siguiente su estado era ruinoso, por tal motivo debĆa ser usada la Iglesia de La Merced para los distintos oficios religiosos.
La situación lleva al Gobernador Delegado Dr. JosĆ© Eusebio Colombres (conocido mas tarde como Obispo) a decretar en 1840 āla urgentĆsima necesidad que hay en esta ciudad de erigir una iglesia Matriz, de cuyo beneficio ha carecido por muy cerca de cincuenta aƱos con no poco desdoro de sus gobernantes y vecindariosā. Transcurrido cinco aƱos desde este decreto, el Gobernador Federal Celedonio Gutierrez encarga los planos y ejecución de la esperada nueva Iglesia al tĆ©cnico mas destacado que vivĆa en TucumĆ”n: el ingeniero francĆ©s Dalgare Etcheverry. ReciĆ©n en 1850 las obras se aceleran, contratĆ”ndose la provisión de materiales con TomĆ”s Ugarte y la decoración con FĆ©lix Revol.
La nueva matriz es inaugurada el 19 de febrero de 1856, con un recordado sermón de Fray Mamerto EsquiĆŗ. Fue considerada la mejor del paĆs en esos tiempos.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional el 12 de Agosto de 1941. Y consagrada Catedral en 1947 por Monseñor Baviére.
CaracterĆsticas arquitectónicas
Presenta una fachada de estilo neoclĆ”sico, con seis columnas que sostienen un frontis triangular con la imagen de la Virgen de Lourdes, y un pórtico enmarcado por tres campanarios a ambos lados. En la estructuración de la fachada, los estilos se superponen, tiene orden dórico en el piso inferior, jónico en el intermedio y corintio en el superior. En lo alto de su estructura exhibe cĆŗpulas bulbosas de reminiscencia oriental. En la torre izquierda posee el reloj que pertenecĆa al antiguo Cabildo de TucumĆ”n.
El interior presenta una combinación de espacios, dada por el contraste entre la nave longitudinal, la cĆŗpula del crucero y el profundo presbiterio (espacio que precede al altar mayor) que culmina en su Ć”bside (es la parte de la iglesia situada en la cabecera), con un gran cuadro de la Anunciación. En los dos costados del transepto (nave transversal que en las iglesias cruza a la nave principal), el espacio se expande hacia las capillas realizadas por MonseƱor Pablo Padilla y BĆ”rcena, prelado que donarĆa tambiĆ©n la imagen que corona el frontis exterior. En esa misma Ć©poca, 1916, el escultor Juan Bautista Finochiaro, realiza el bajorrelieve del frontispicio, cuya temĆ”tica simboliza un pasaje bĆblico del Libro de los NĆŗmeros, referido a MoisĆ©s en la larga travesĆa por el desierto, cuando descansa a la sombra de un cedro, mientras los israelitas le llevan un prodigioso racimo de uvas, fruto de la feracidad de la tierra prometida al pueblo de Dios.
Avanzado el siglo XX, las pinturas originales de Revol fueron sustituidas por las actuales del pintor espaƱol Brihuega.
ĀæQue se puede observar en la Catedral?
Su nombre -no muy conocido- es Catedral de la Encarnación de MarĆa. Ese es el motivo por el cual la pintura de fondo del altar mayor es la Anunciación (cuando el Ć”ngel se presenta ante MarĆa para darle la buena noticia de que serĆ” la madre de Dios).
TambiĆ©n exhibe la cruz fundacional que acompañó al pueblo en el traslado desde la antigua ciudad de IbatĆn hasta el actual emplazamiento de San Miguel de TucumĆ”n.
AdemĆ”s conserva las imĆ”genes de San Simón y de San Judas Tadeo que tenĆa la Iglesia Matriz de la ciudad de IbatĆn.
La Catedral guarda los restos del Obispo José Eusebio Colombres, que fue congresal de 1816 y fundador de la industria azucarera en TucumÔn. También los del general Gregorio ArÔoz de Lamadrid, quien fue un guerrero de la independencia, expedicionario al Alto Perú, y combatió bajo las órdenes de Manuel Belgrano en la Batalla de TucumÔn. Asà como los restos del ingeniero Dalgare Etcheverry responsable de su construcción.